Aquellos/as que luchan por cambiar el mundo siempre han tenido enfrente a aquellos que son parte del poder establecido.
Las clases sociales dominantes han construido un mundo a su medida, es la sociedad donde la vida apenas es un residuo de la sociedad de consumo. No obstante, siempre los dominados han establecido mecanismos de lucha a veces defensivos y a veces ofensivos para conseguir reescribir el guión de este mundo que les impone una existencia de mierda. Sigue leyendo